1869 Estados Unidos.
Un granjero llamado Charles Burden llega a su casa después de un largo día. Abre la puerta… y el mundo se le cae encima: su perro, Old Drum había sido asesinado a tiros por su vecino y cuñado: Leónidas Hornsby , un hombre que odiaba a los animales y ya había hecho amenazas antes.
Para Charles no era “solo un perro”. Era familia.
Pero en esa época, matar a un perro no era considerado un delito serio, así que cuando denunció el crimen, las autoridades se burlaron de él.
Ahí comienza la historia que cambiaría para siempre la defensa y el respeto hacia los animales.
Un abogado, George Graham Vest, tomó su caso y, frente a un jurado incrédulo, dio uno de los discursos más emocionantes y poderosos jamás escuchados en una corte… uno que haría llorar a la sala entera y demostraría por qué los perros son, como se les llama hoy, el mejor amigo del ser humano.
En su discurso, recordó que mientras los humanos pueden abandonar, volverse en contra, criticar, fallar o desaparecer…un perro permanece.
Permanece en:
la riqueza o la pobreza
la salud o la enfermedad
el éxito o el fracaso
Compartirá el frío, el piso duro, la tormenta, el miedo y el silencio… solo por estar al lado de su dueño.
Y cuando llegue la muerte, mientras todos se retiran de la tumba…
“el perro seguirá ahí, con la cabeza entre las patas y los ojos tristes, fiel incluso más allá de la muerte.”
El jurado lloró.
Charles ganó el caso.
Y ese día quedó claro algo que miles de años de convivencia habían construido:
Los perros no solo conviven con nosotros…
sienten con nosotros.
Pero… ¿Qué le pasó al hombre que mató a Old Drum ?
Leónidas Hornsby no fue a prisión…
pero el fallo lo declaró culpable y tuvo que pagar $50 dólares, la mayor compensación permitida por la ley en ese momento.
Más importante aún:
📌 Perdió en todas las apelaciones
📌 Su nombre quedó marcado como “el hombre que mató al perro fiel”
📌 Mientras tanto, Old Drum se volvió leyenda
Hoy existe una estatua de Old Drum frente al tribunal de Johnson County, recordando que ese juicio fue el primero en Estados Unidos que reconoció el valor moral y emocional del vínculo humano-perro.
Aquí te dejó el discurso original de ese día:
Elogio del perro
“Señores del jurado:
El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están más cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores.
George G. Vest
El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo necesite.
La reputación de un hombre quedará sacrificada por un momento de locura o debilidad.
Las personas están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros éxitos, serán los que arrojen la primera piedra, cuando el fracaso coloque nubes sobre nuestro porvenir.
El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su PERRO.
Caballeros del jurado, el perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo.
Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo.
Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro sólo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderle contra todos sus enemigos.
Y cuando llega el último acto y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí, junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte». 🐾
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